Lo que puede esperar durante los primeros 12 meses posteriores a la amputación de una extremidad inferior

Web Development Español (Spanish), inMotion Español

Volumen 21, Número 1, enero/febrero del 2011

Traducido del inMotion – What You Might Expect During the First 12 Months as a Lower-Limb Amputee

Por John Peter Seaman, protésico acreditado, técnico protésico acreditado

Como una persona que acaba de atravesar una amputación, no está solo si siente que no tiene idea de lo que le espera durante su primer año como amputado. Si bien no hay pautas establecidas que se adapten a la situación de todos y cada uno de los amputados, existen algunas generalidades que podrían darse en la mayoría. Una certeza es que visitará muchas veces al protésico durante el primer año como amputado, quizás unas 15 a 20 veces o más. Por este motivo, debería hacer todo lo posible por encontrar un protésico con el que se sienta cómodo.

Después de su amputación, usted y la extremidad residual comenzarán sus respectivos procesos de recuperación psicológica y física. Según la velocidad con la que cicatrice la extremidad, le quitarán los puntos o las grapas en el término de 3 a 4 semanas luego de la cirugía. Debería comenzar la fisioterapia preprotésica poco después de la amputación, ejercitando la fuerza de la parte superior del cuerpo y las extremidades inferiores para mantener una buena amplitud de movimiento en las caderas y las rodillas, y conservar la fuerza de los músculos de las piernas. También debería comenzar a insensibilizar la extremidad residual frotándola y moviendo manualmente el tejido circundante con las manos para aflojar todo el tejido cicatricial que pueda haberse desarrollado dentro de la extremidad. Además, visitará varias veces al protésico, primero para una consulta o evaluación y luego para que le coloque un “reductor de muñón” (una media elástica) que comenzará a dar forma a la extremidad residual para la colocación inicial de la prótesis

Una vez que la incisión haya cicatrizado por completo, se hayan extraído los puntos y el médico haya recetado una prótesis preparatoria, visitará al protésico para que le mida y tome los moldes. Según la metodología de trabajo del protésico, tomará un molde de la extremidad residual o creará una imagen digital escaneando la extremidad residual o tomándole fotografías. Cuando el protésico tenga un modelo positivo de la extremidad, lo usará para crear un encaje de diagnóstico (de prueba) para verificar que calce bien. Este encaje se conectará a una rodilla (en el caso de los amputados transfemorales) o simplemente a un pilón (en el caso de los amputados transtibiales), que en ambos casos luego se conectará a un pie protésico. Cuando visite al protésico para probar el calce, es posible que la prueba se complete en una sola visita o que requiera varias visitas. Una vez que se considere que el encaje de diagnóstico calza “con comodidad”, se fabricará el encaje preparatorio y se lo conectará a los demáscomponentes protésicos, para dar origen a su primera prótesis. Quizás sea necesario realizar ajustes a esta prótesis durante los primeros uno a dos meses de uso, para lo cual deberá realizar visitas de seguimiento al protésico. Cuando la primera prótesis esté colocada definitivamente, el médico deberá recetarle fisioterapia. Por lo general, deberá visitar a un fisioterapeuta dos o tres veces por semana en sesiones de una hora. Estas sesiones son importantes para garantizar que usted desarrolle buenos hábitos mientras vuelve a aprender a caminar usando una prótesis. Lo habitual es que comience a caminar con un andador mientras trabaja para recobrar la fuerza, el equilibrio, la resistencia y la confianza.

La extremidad residual seguirá atravesando cambios fisiológicos a medida que usted use más la prótesis, lo que generalmente provocará la pérdida de volumen. Si el proceso de rehabilitación sigue bien, quizás pueda visitar al protésico en forma mensual o bimestral durante este período. Quizás sea necesario que el protésico reemplace el encaje durante este período debido a una pérdida significativa de volumen de la extremidad residual, que podría hacer que el encaje preparatorio original sea demasiado grande y así afectar adversamente el calce. De ser así, quizás se pruebe el calce nuevamente antes de colocarle otro encaje laminado de menor tamaño.

Este proceso puede requerir algunas visitas al protésico. Tenga en cuenta que cada encaje que le coloquen se sentirá diferente, de modo tal que quizás sea necesario que se acostumbre, y podrían requerirse ajustes luego de la colocación. Si hasta el momento su rehabilitación avanzó bien, es posible que no necesite seguir recibiendo fisioterapia.

A esta altura, es posible que la extremidad residual haya dejado de encogerse y haya alcanzado un estado bastante maduro. Entonces, es probable que el médico le indique la colocación de la prótesis definitiva (final o permanente), presuponiendo que el encaje preparatorio ya no le calza bien. Es posible que para ello sea necesario probar nuevamente el calce y realizar más visitas al protésico antes de fabricar un nuevo encaje laminado. El protésico también incorporará en la prótesis definitiva componentes que se adecuen a su nivel actual o posible de actividad, presuponiendo que el nivel de actividad ha cambiado desde que se le colocó originalmente la prótesis preparatoria. Es posible que haya realizado avances a través del uso de diversos dispositivos de ayuda (andador, luego un bastón de 4 patas y luego un andador de una pata), a punto tal que ya pueda deambular sin un dispositivo de ayuda. No obstante, no todos los amputados que perdieron una extremidad inferior pueden moverse con seguridad sin usar un dispositivo de ayuda, según su estado de salud general, su determinación y su confianza. Tenga en cuenta que para algunos amputados, el uso prolongado de un dispositivo de ayuda puede aumentar la seguridad y reducir la posibilidad de sufrir caídas.

A medida que se acerque el final del primer año desde la amputación, es de esperar que ya se sienta bastante cómodo con su vida como amputado. Ya habrá aprendido a usar la prótesis. Sabrá colocarla, sacarla, ajustar la cantidad de medias que debe usar, etc.; el dolor fantasma habrá cedido y las sensaciones fantasma habrán disminuido o serán más tolerables; habrá descubierto que puede hacer muchas actividades de la vida cotidiana que realizaba antes de la amputación, pero quizás de forma diferente; y habrá entablado una buena relación con el protésico, con quien se habrá visto varias veces durante el último año y se seguirá viendo en forma regular en el futuro. Si tiene alguna pregunta acerca de este artículo, comuníquese con John Peter Seaman escribiendo a jpseaman@aol.com